martes, 6 de enero de 2009

Modestia Aparte de Wenceslao Varela

Como vanguardi’aguerrida traigo mi poco saber,
aprendido al recorrer los caminos de la vida.
De humilde cuna, mecida bajo techo de humildá,
que aguantó la tempestá, los años y la pobreza,
traigo: valor, entereza, y amor a la libertá.

Y soy, de poncho y espuela sobre cualquier redomón,
uno más de mi nación con la vida por escuela,
el que a versos y vigüela con nudos y disonancias
en poblados o en estancias se cortó solo, a lo entero,
con modestia o altanero asegún las circunstancias.

Cuando encuentro un reserváo d’esos que ninguno ensilla,
es, pa’mi, cosa sencilla dejarlo, a espuela, charquito.
Cuando topo un mal habláo con fama de aguantador,
le hablo a solas “con amor” qu’es bueno pa’dominar,
y, si no quiere aflojar, lo sé llamar al rigor.

En rueda’e “monte”, prefiero apuntar a la menor,
y si salgo ganador rescato cuando yo quiero.
En la taba soy certero y muy cebao a ganar,
durísimo de aguantar cuando el güeso es de mi gusto.
De ver plata, no me asusto, cuando me afirmo a “clavar”.

Jamás, con mi moro, arrollo si d’entro en una carrera;
con “rastras” no armo cuadrera porque teng’orgullo criollo.
Salir “de abajo” es un “bollo”, cuando quiero corto luz,
“fiador”, “pescuezo”, “testuz” los saco justo, pues no!
siempre que lo corra yo, que me hago un ñudo en la cruz.

Y pialando a medio lazo en un rodeo parao
soy seguro pa’l “volcáo” y pa’l “revés” segurazo!
En elogios a mi brazo se ha gastáo gente campera,
pues pa’guampiar campo ajuera soy cosa que “ni d’encargo”,
aunque tengo un lazo largo como legua brasilera.

En ruedas de pericón, como en versos, no me achico;
echo, apenas abro el pico, pa’mi láo un corazón.
La endulzo a conversación porque mi labia no es poca,
y si una “taura” me toca, d’esas que andan coqueteando,
me l’arrincono bailando hasta que “le copo en boca”.

En amores, nunca dejo que naides me pida cuenta;
que los “quince a los cuarenta” me dio por remedio un viejo.
Voy ‘end’entonces parejo sin faltar a mis deberes,
pues en cuestión de quereres, da más la fama qu’el oro…
He dejáo “lunanco” el moro de tanto cargar mujeres!

A todo el mundo respeto, dende chico he respetáo,
pero cuando estoy mamáo mejor que me dejen quieto.
Ande me apretan, aprieto, y soy duro p’apretar.
Van a tener que aguantar, y es maña vieja que tengo:
a malas ni voy ni vengo ni me dejo “coroniar”.

Que se abra cancha el caudillo con las púas como gallo
y los baguales con callo Del bocáo sobr’el colmillo…
Le saco el cuerpo al cuchillo, tranquilo paro el “hachazo”,
a las mujeres… a abrazos –hijo de bárbara escuela-
a los baguales… a espuela, y a los malos… a ponchazos!

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