miércoles, 21 de enero de 2009

El asador de Agustín A. Lopez

La pucha si vos sabrás del tema de calcular...!
y a lo mejor estudiar pudiste, hasta allí nomás...
Muy pocas veces errás en la leña a consumir
y hasta podés deducir según como sople el viento,
si más ligero o más lento y a qué hora podrá salir.

Si grande o chico cortao, menudencia o embutido,
no te ve desprevenido ni tampoco "el emplumao".
Lo mesmo si va ensartao o si cuadra, hasta con cuero...
su condición de matero no le impide vigilar,
pues nada se va a quemar ante un ojo tan certero.

Si te habrás quemao las cejas con los grados de calor...!
y el aplauso al asador se vio empañao por dos quejas...
¡Malhaya!costumbre vieja...de alguno desubicao
que a tuito le'ncuentra el lao negativo de la cosa.
¡Y ni un pétalo de rosa pa'l que tanto ha trabajao!

Del humo que habrás tragao ni recordarlo, mejor
y es en vos como un sabor ese perfume impregnao.
¡Cuánto tendrás renegao con la leña humedecida...!
Y tu pala, ennegrecida se ha gastao de tanto andar,
junto al palo e maniobrar entre la brasa encendida.

Así es amigo asador...otros llevan los laureles,
saben mucho de papeles pero poco de calor.
Yo que soy tu admirador dejo un saludo genuino
con éste, mi humilde trino y mi aplauso resonante
es pa'decirte: ¡Adelante...gran asador argentino!

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