martes, 6 de enero de 2009

La vuelta de Atahualpa Yupanqui

Más de uno me ha creído muerto y ansí lo habrá festejao,
creyéndome sepultao en medio de los desiertos.
Pudo ser; pero lo cierto es que andando por la vida,
en esas atardecidas llenitas de soledad,
a naide le ha de faltar una estrellita prendida.

Ninguno debe pensar que vengo en son de revancha;
no es mi culpa si en la cancha tengo con qué galopear.
El que me quiera ganar ha'i tener buen parejero.
Yo me quitaré el sombrero porque ansí me han enseñao,
y me doy por bien pagao dentrando atrás del primero.

Cada uno larga su acento según la pasión encierra.
El árbol nace en la tierra pero es hermano del viento.
Las cosas del sentimiento las va ordenando la vida.
Y en mi lejana guarida rodeao por la adversidad,
yo me sabía consolar con mi guitarra querida.

¡Pobre de aquél que cegado por la dicha del presente,
se acuerda tan malamente de los que ayer han luchado!
Errar, muchos han errado porque es ley no superada.
La vida no nos da nada; presta a interés usurario,
y el que piense lo contrario verá su dicha embargada.

A Cristo lo condenaron sin escucharlo siquiera,
y una corona espinera sobre su frente fijaron.
Al madero lo clavaron y lo lancearon también.
Se burlaron del edén de virtudes prometidas,
por aquél que dió su vida para iluminar el bien.

Empujao por el destino también yo abrazo un madero.
Crucificado trovero voy yendo por los caminos.
Mis cantos de peregrino no son salmos ni sermones;
sino sencillas canciones de la tierra en que nací.
¡Lucesitas que prendí pa' alumbrar los corazones!

1 comentario:

  1. Hay dos temas mezclados ahí: la "Milonga del solitario" y"Pa' alumbrar los corazones", Por favor, no traten de pasar goles gratuitamente porque habemos seguidores de Don Ata en todas partes.

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