miércoles, 21 de enero de 2009

Con el lenguaje del máte de Hector del Valle

Me largué pa' saludarla, a ñá Florinda Raquel.
Una viejaza tan fiel que bien merece nombrarla.
A más, vale ponderarla y no a modo de remate,
antes que yo me desate a hacerle un buen homenaje;
a quien me enseñó el lenguaje con el idioma del mate.

Dijo que es cosa genuina que el llamado "cimarrón"
tanto lució en el fogón, como lució en la cocina;
y que la china argentina lo tuvo pa'su combate
y ansí esta expresión le late con divino resplandor
y habló en secreto de amor ayudada por el mate.

Cualquier moza irá diciendo con un mate muy caliente...
de que segura presiente que ya se está derrientiendo.
Cualquier gauchito sonriendo a esta costumbre se ata.
Mate muy dulce desata a una prienda decidida,
diciéndole que "enseguida tenés que hablar con el tata"!.

Mate dulce es amistád y con leche estimación,
con café se da un perdón con toda sinceridad.
Cuando hay cordialidád es con azucar quemada,
espumoso que es su amada y con naranja el lenguaje
dice que "tome coraje y se la lleve robada".

Amargo es indiferencia o quitate la ilusión,
llegás tarde a mi rincón, molestás con tu presencia.
Ansí poniendo su cencia obraba con desagrado,
al dar un mate lavado la moza quería decir:
que se va a tener que ir a tomar mate a otro lado.

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