martes, 3 de marzo de 2009

¡Cuando quieran! de Leonel Sánchez Moya

No se ha de morir de antojo
quien me convide a cantar;
para conocer a un cojo
lo mejor es verlo andar.
Paráfrasis de Martín Fierro.

A ver … a ver… vamos viendo
como aclarar de una vez
que yo no tengo doblez
cuando sólo me defiendo.
No procuro… no pretendo
ponerle venda a mis ojos,
pero si alguien, un enojo
tiene contra mí, le digo:
si quiere guerra conmigo,
no se ha de morir de antojo.


Soy agranda´o y … ¡qué tanto!,
acaso… ¿otros no lo son?;
yo no finjo la oración
aparentando ser santo.
Escribo, improviso, canto
lo que me dicta el pensar;
no me interesa triunfar
para encabezar las filas,
pero ha de cargar sus pilas
quien me convide a cantar.

No le temo al desafío;
cada quién tiene lo suyo
a mucha honra y orgullo,
como yo tengo lo mío.
Con ese libre albedrío,
en la pelea no aflojo
y de sudor no me mojo,
por que siempre guardo un resto,
permaneciendo dispuesto
para conocer a un cojo.

Lo que en un verso destilo,
malo, regular o bello,
es solamente mi sello
que se impone… o mi estilo.
A veces pongo sigilo
si una décima hay que armar,
pero, si un seudo juglar
cree que a mí me apresura;
para medir su estatura
lo mejor es verlo andar.

Despedida
Sólo he querido ser franco,
y aunque eso tiene su precio,
no me muerde cualquier necio
lobo… vestido de blanco.
Con los tarros no me arranco
para así vanagloriarme,
mas, si quieren enfrentarme
para pesar el talento,
vengan por mí en el momento;
ya saben donde encontrarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario