sábado, 8 de mayo de 2010

La peonada de El Pampa Oberá

Te he dicho como cien veces, que no hablés con la peonada
A vos no te importa nada de todo lo que te digo
Pero parece un castigo que no puede enderezarte
O lo hacés para embroncarme, o pa´hacerme sentir mal
Para vos lo mesmo da, pensás que somos iguales

Ya sos un muchacho grande, te tenés que comportar
Ahora me vengo a enterar que a la mañana temprano
Vas a tomarte un amargo al galpón con la peonada
Nunca me dijiste nada, pero tenelo presente
No me gusta que esa gente, quiera copar la parada

Te veo todos los días que ayudás con el trabajo
A ellos tenelos abajo, nosotros estamos arriba
Perdoná que te lo diga, pero somos diferentes
Es otra clase de gente, no es que le tenga desprecio
Hay que mantenerse lejos y también ser muy prudentes

Te tenés que poner duro y dejarte de sonseras
La peonada es cosa seria, no hay que dejar que te sobren
Me enteré que hay una joven, la hija del capataz
La que te hace suspirar, y según tengo entendido
Que la visitás seguido, y eso no va a funcionar

Y que gusto le sacás andar mezclao en las yerras
Le regalaste una yegua al hijo de Don José
La verdad, no se que hacer pa´que entiendas mi mensaje
No es que me falte coraje pa´prohibirte todo esto
Sos capaz de dar lo puesto, por esta gente compadre

Ya lo charlé con tu madre y ella me dio la razón
Es triste ver a un patrón, codearse con la peonada
Te aclaro, dentro e la casa, yo no los quiero ni ver
Si no dejas de joder, te mando pa´la ciudad
Allá hay gente de verdad y que está a nuestro nivel

Y el mozo con desagrado al ver tan duro a su padre
De lejos miró a su madre, montando en aquel tobiano
Y levantando su mano, dijo adiós a la peonada
Que muchos sin saber nada, no entendían lo ocurrido
Y sin hacer mucho ruido, se fue el joven de la estancia

Y ya ganó la distancia por la bronca enfurecido
Sobre el lomo del camino, con lagrimas en su cara
Azotó a ese mala cara para que apurara el paso
Y tomó por un atajo, desafiando su destino
Cayendo muy mal herido, al desbocarse el caballo

Tirao estuvo dos días, sin que nadie lo encontrara
Su cuerpo se desangraba y sus ojos se nublaron
Unos paisanos lo hallaron, boqueando y muy mal herido
Sobre el ultimo suspiro, al hospital lo llevaron
Y a su padre lo entregaron cumpliendo su cometido

Su cuerpo estaba tullido y sin sangre en su torrente
“ vaya preparando gente para una gran transfusión “
dijo el medico al patrón que como un niño lloraba
y allá afuera se escuchaba el galopar de jinetes
que ante ese llamado urgente, ya sus venas preparaban

después de estar internao, su vista se le aclaraba
y a su cama la rodeaban, casi unos veinte paisanos
él apretando sus manos, contaba con su peonada
su padre sin decir nada, con lagrimas en sus ojos
besó la frente del mozo, a todos dándole gracias

“ al fin hoy estas de vuelta, hijo de mi corazón
me enseñaste una lección, la que llevaré presente
que si no es por esta gente, el tata Dios te llevaba
nunca mas te diré nada, y pa´que vayas sabiendo
por tus venas va corriendo, la sangre de esta peonada “

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