jueves, 13 de agosto de 2009

Mi rancho de Atahualpa Yupanqui

Naide se ha de imaginar
si pinto como lo veo
Es un nidito e torcazas
entre dos talas y un ceibo.

Esta en rama muy bajita
parece que toca el suelo
Lo hicieron sin precauciones,
se puede ver desde lejos.

Al amanecer el macho
sale a buscar alimentos
La hembrita siempre se queda
hacienda algunos arreglos.

Piden algo los pichones,
les dan y se quedan quietos
Se duermen arrimaditos,
la madre canta al la'o de ellos.

Cuando llega la oración
se siente un canto de lejos
Viene el macho de un volido
trayendo en el pico un beso.

Se dicen cualquier cosa
de mientras va oscureciendo
Después la noche les hace
su caricia de silencio.

Otro amanecer despunta
y el canto se oye de Nuevo
Sale el macho de un volido
llevando en el pico un beso.

Ansina mesmo es mi rancho
Ansina mesmo lo veo.

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