martes, 30 de diciembre de 2008

El padre del campeón de Carlos R. Fernandez

Esto que voy a contar, hace tiempo que ocurrió
Como lo recuerdo yo, así lo he de mencionar
Les tratare de pintar un rancho humilde y sencillo
Con talas y coronillos que en su chacrita tenia
El paisano Juan García de los montes del tordillo.

Tenía para el arao, sueltos allí en un potrero
Tronqueros y cadeneros, morrudos y bien tuzao
Demetrio ya se había criao, único hijo que tenia
El matrimonio García, que en los 15 años andaba
Que de muy chico soñaba con ser jinete algún día.

Una vez que hasta el poblao, sus padres habían partido
Demetrio muy decidido entro a arreglar el recao
Ensillo un vallo enserao y después de varias vueltas
Lo monto en forma resuelta lo soltó de arriba el chico
Le pego un chirlo en el pico y lo saco de patas sueltas.

Cuando el padre regreso, se ve que venia enterao
Seguro le había contao un vecino que lo vio
Tantos retos le pego que el muchacho enfurecido
Le contesto decidido: “jineteando seguiré”
Alzo un monito y se fue con rumbo desconocido.

El viejo que era un quebracho, aquella vez aflojo
Y tantas veces pensó que habrá sido del muchacho
Que por esas huellas guacho sin el amor de los viejos
Sin recibir un consejo, ¿pa que salir a buscarlo?
Será inútil encontrarlo quizás que se haya ido lejos.

Pero un día algo paso que a Don Juan lo ha emocionao
Porque en la radio ha escuchao algo que lo estremeció
El locutor comento que ese domingo en bahía
La jineteada se hacia y en el numero especial
Monta al invicto “Zorzal” un tal Demetrio García.

De madrugada apurao salio con su compañera
dejo abierta la tranquera y hasta el galpón sin candao
15 años habían pasao con preguntas sin respuestas
Con la emoción manifiesta que hasta un lagrimón le arranca
Estaba en bahía blanca casi al terminar la fiesta.

Justo que al palenque uno traían a un reservau
Que el número de los bajau llegaba a setenta y uno
Y a caballo en un lobuno, bien vestido bien prolijo
De sombrero con barbijo venia el que lo montaba
Mientras Don Juan murmuraba: no tengo dudas que es mi hijo.

Fue tremenda la topada, pero el mozo le gano
Y el público que invadió el campo en esa jornada
Y la figura encorvada del viejito que llego,
Cuando lo reconoció lo abrazo llorando el hijo
Perdoname viejo dijo este invicto es para vos.

Completaron sus anhelos, dos pequeños que llegaron
A un mismo instante gritaron: “...Al fin lo conozco abuelo...”
Mientras que mirando al cielo el animador decía:
¿Quien es el que en este día llego con tanta emoción?
Soy el padre de un campeón llamado Demetrio García.

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