sábado, 27 de noviembre de 2010

Milonga de Areco de Chango Rodríguez

Era de noche y lloviendo
junto al fogón la peonada
el patrón Rosendo narra
su vida como de un cuento
yo era peoncito me acuerdo
sentí torear a los perros
el fatigado resuello
de la hacienda en alboroto
y el relincho de los potros
y el sonar de los cencerros.

Arrieros de mis albores
me fuí rodando ese día
para juntar mi tropilla
de las que salgan mejores
picos blancos pardejones
vizcachillos azulejos
si habrá arriesgado el pellejo
si habrá entreverado en bailes
al sur de Carmen de Areco
provincia de Buenos Aires.

Por eso hay en mi guitarra
bullicio de pulpería
y en mi voz una golilla
con un grito cimarrón
rastrillada de un malón
que juyesen un campo abierto
una cruz en el desierto
que abrieron lsa tres María
con el galope azulejo
de esta milonga sentida.

Hoy estoy en mi guarida
y vivo a la que me importa
si tiro flojo se cae
si tiro fuerte se corta
soy lo mismo que una tarde
que va muriendo en mi boca
por las huellas de una pampa
que aunque parezca risueña
como una res pialada
también esconde su pena.

La rueda quedó en silencio
la noche estaba lluviosa
entre puntear de guitarra
y rasguido de milonga
se oyó chiflar la tropilla
del viejo Segundo Sombra.

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